Somos una agrupación comunitaria juvenil cuyo objetivo es de servir de soporte para la realización de trabajo comunitario.
Un grupo de personas con sentido comunitario y social, que soñamos con una sociedad más justa, promoviendo el sentido de comunidad y solidaridad como exponentes de la sociedad civil.
Un espacio de participación responsable y democrática en la toma de decisiones y la distribución de responsabilidades que requiere del compromiso de sus participantes.
Si tienes espíritu e intereses comunitarios, y tienes ideas o proyectos en temas tales como derechos juveniles, cultura, medio ambiente, superación de pobreza u otros, participa con nosotros.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Eficiencia energética y superación de pobreza.


Invitando a familias de sector tomas de El Alba.

Durante los meses de agosto y septiembre, los jóvenes por Quilpue hemos estado ejecutando un proyecto MIDEPLAN de ahorro energético domiciliario con familias de escasos recursos del sector de Belloto Sur.
Esta iniciativa busca colaborar en la entrega de elementos de superación de pobreza a estas familias, considerando que gastan una parte importante de sus ingresos en el consumo de energía. Es por ello que contar con conductas de ahorro energético, y aplicación de tecnologías apropiadas de fácil uso, resultan vitales para mejorar la calidad de vida de personas en situación de vulnerabilidad social.
Para ello se ha diseñado instrumentos que medirán el real impacto de la eficiencia energetica en estas familias, a través de un programa de ahorro domiciliario.




Encuestando a familias que participan del proyecto.





domingo, 11 de septiembre de 2011

Triple concepción educativa


Antes de comenzar a cuestionarnos nuestro sistema educativo en detalle, debemos analizar lo que nuestra sociedad y autoridades entienden por educación y el fin de ésta.

Con un simple vistazo a nuestra sociedad nos podemos dar cuenta que por educación se entiende “aquello que aumenta nuestra inteligencia intelectual”, es decir, aquello que desarrolla la capacidad de analizar, entender, hablar, leer, escribir y acumular conocimientos entre otros. Esta visión (que muchas veces se cree que es la única que forma parte de la educación), es tan sólo una cara, un elemento del sistema llamado educación. También lo componen la “inteligencia emocional (I.E.)” y la “inteligencia social (I.S.)”. A partir de lo anterior podemos deducir que el fin de la educación es ser más inteligentes para poder integrarnos en la sociedad, ser un buen ciudadano y ser feliz.

Mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué nuestra sociedad le otorga tanto valor a la inteligencia intelectual en desmedro de las otras dos? Me pregunto esto, porque es curioso escuchar a quienes abogan el hecho de que para lograr mejores trabajos, más dinero y por ende ser “feliz” es necesario ser poco menos que un “libro con patas”. Este argumento se puede criticar a partir de los estudios hechos por Daniel Goleman en su libro “La Inteligencia Emocional”, cuando dice: “...la inteligencia académica no ofrece prácticamente ninguna preparación para los trastornos – o las oportunidades – que acarrea la vida. Sin embargo, aunque un CI elevado no es garantía de prosperidad, prestigio ni felicidad en la vida, nuestras escuelas y nuestra cultura se concentran en las habilidades académicas e ignoran la inteligencia emocional, un conjunto de rasgos – que algunos podrían llamar carácter – que también tiene una enorme importancia para nuestro destino personal”.

Antes de continuar he de aclarar que entiendo por I.E. la capacidad de controlar las emociones y por ende, tener el control de uno mismo. A su vez entiendo por I.S., aquella capacidad (junto con la inteligencia emocional) que sirve para sociabilizar y vivir en armonía con otros seres humanos. Junto con esto, agrego que a mi modo de parecer, una persona inteligente, sabia, es aquella que ha logrado equilibrar estos tres tipos de inteligencia y aumentarlas al máximo.

Es entonces, tarea de nuestra generación lograr implementar aquellos dos elementos restantes de la educación en nuestro sistema escolar para lograr un Chile más inteligente intelectualmente, pero también un Chile más humano. Tenemos que lograr alcanzar aquella triple concepción educativa si queremos una educación de calidad, si queremos que aquellos alumnos salgan de su establecimiento educacional secundario preparados para insertarse en la sociedad, convivir con el resto, aportar a la sociedad, desarrollarse como personas y lograr vivir en paz y felices.

Es más necesario que nunca reafirmar lo anterior por las características de nuestra sociedad, cada día más materialista e individualista, donde los niños pasan la mayor parte del tiempo en su colegio o liceo, y luego en la casa gastan la mayor parte de su tiempo en ver televisión o estar en la calle, pero sin unos padres que les enseñen sobre la I.E. y la I.S., ya que ambos padres trabajan generalmente todo el día y cuando llegan a la casa están cansados.

Lo que necesitamos es “educar” realmente a nuestra sociedad. ¿Cómo hacer esto?  Reformando el currículum de los establecimientos educacionales.



Daniel Bravo.