Jornada de trabajo en Jardín Infantil Manuel Bulnes de Quilpué.
Los huertos escolares son una excelente aproximación del trabajo comunitario aplicado en las intervenciones sociales, ya que con un trabajo conjunto entre apoderados, niños, docentes y sociedad civil, se logra recuperar espacios a veces desaprovechados, en este tipo iniciativas.
El principal beneficio de los huertos escolares es que ayudan a desarrollar conceptos de la educación medioambiental y al desarrollo individual y social, al añadir una dimensión práctica. Además, los huertos escolares también contribuyen a que los niños aprenden a producir alimentos sanos y cómo deben ser empleados en una nutrición adecuada.
No es necesario que el huerto sea enorme, sino algo accesible y asequible para todos los alumnos. Si es en un jardín infantil, con una esquinita del patio de juegos basta, si lo que queremos es incorporarlo como taller agroecologico, entonces, debería ser algo más grande.
Contribución de huerto con ayuda de padres y apoderados.
Una buena idea sería alternar plantas de crecimiento lento con plantas de rápido desarrollo, así se aplacaría algo la ansiedad de los alumnos que quieren ver enseguida los resultados. Aunque, una de las ventajas transversales de esta actividad es, precisamente, enseñar a los más jóvenes que todo tiene su tiempo y que, para ciertas cosas, hay que tener más paciencia que para otras.Tambien se fomenta el trabajo en equipo, ya que cada grupo se ocupa de algo: de ir observando la aparición de bichitos, de regar las plantas, quitar las malas hierbas que vayan apareciendo, observar el crecimiento y maduración… etc.