Queremos compartir con uds, este manual que publicamos hace 7 años en el marco del día mundial del agua, y que detalla el proceso constructivo de un baño seco con separación de orina.
Nuestra propuesta, ha evolucionado desde mediados de los años 80 cuando se inició con las letrinas aboneras de tambor, como respuesta sanitaria a las tomas de terrenos, y aminorar los efectos sanitarios en casos de terremotos. Respuesta sanitaria que siempre se ha considerado como una propuesta de cierre de ciclo, que no usa agua para disponer de nuestra caca, popó, excreta.
Este camino siempre ha sido con el sentido de avanzar en la promoción y construcción de baños ecológicos seguros y de buena calidad, en propuestas dignas y sustentables, que sean utilizadas por cualquiera de nosotros y no solamente pensando en una solución que responda a la precariedad sanitaria. Este fue el objetivo de este manual. Al no utilizar agua para disponer de nuestras excretas, se adquiere un valor de respeto, compromiso y sustentabilidad.
Todos tenemos derecho a una vida digna y saludable, en otras palabras todos tenemos derecho a tener agua potable y saneamiento, en especial, la mayoría de bebés y de niñ@sque mueren cada año en el mundo por falta de acceso al agua, el saneamiento, la nutrición adecuada o los servicios básicos de salud.
Por lo tanto es una solución socialmente responsable, ya que no solo piensa en el usuario sino también en la comunidad.
Durante el 2017 se estima que 6,3 millones de niñ@s menores de 15 años murieron por causas en su mayoría prevenibles, esta cifra representa la muerte de un/a niñ@ cada 5 segundos o 17 mil al día. La gran mayoría de estas muertes –5,4 millones– ocurren en los primeros cinco años de vida, y alrededor de la mitad son recién nacidos.
Si como humanidad, pero sobre todo, quienes toman las grandes decisiones no toman medidas de manera urgente, 56 millones de niños y niñas menores de cinco años morirán de aquí a 2030, la mitad de ellos recién nacidos. Y estas medidas sin ser complejas, con soluciones básicas y sencillas como agua potable, saneamiento, electricidad, medicamentos y vacunas, podemos cambiar esa realidad para todos las y los niñ@s.
Así como hoy nos encontramos transversalmente contribuyendo a terminar con esta pandemia, un@s quedándonos en casa reduciendo el riego de trasmisión, otros en la primera línea sanitariaatendiendo a los enfermos, otros aportando desde sus espacios de trabajos insustituibles, como los trabajadores del aseo, otros investigando para fabricar la vacuna, y así tod@s aportando desde sus espacios particulares a contribuir a parar esta pandemia, esperamos a pesar de las muertes y efectos negativos en nuestras economías, estaremos un peldaño más arriba como humanidad.
También debemos trabajar en la tarea de proveer a todos las y los niñ@s acceso universal a servicios de salud de calidad, especialmente en el momento del nacimiento y durante los primeros años de vida, a fin de darles la mejor y mayor oportunidad de alcanzar una vida digna.
Hoy, existen comunidades en Chile, rurales y urbanas (asentamiento precarios y tomas) que no cuentan con agua potable, ni saneamiento adecuado, éstas reciben semanalmente agua insuficiente, lejos de los 80 litros por persona por día, recomendado por las Naciones Unidas y de los 180 litros por persona por día promedio que consumimos quienes tenemos cobertura de agua potable y alcantarillado. Cuestión que hoy dado la emergencia sanitaria, se hace más necesario cubrir.
El agua es esencialmente un bien común, y no un recurso que se transa en el mercado. Agua para todas y todos.
Christian Palma Allende, Ing. Ambiental, Rodrigo Muñoz Rojas, Arquitecto y Vicente Gallardo Montecinos, Ing. Civil Bioquímico.
Cooperativa de Trabajo para el Desarrollo Sustentable TerritorioSur - Chile
Unidad de Agua y Saneamiento
Unidad de Agua y Saneamiento
